martes, 25 de septiembre de 2007

¿Salir del armario es fácil?

Ya te has admitido a tí misma que eres lesbiana y que te atraen las mujeres, entonces es tiempo de decírselo a todo el mundo. Pues no tan rápido. Primero, hay que pensarlo bien antes de dar ese gran paso....

¿Cuales son las ventajas? Que te sacas un peso de encima; que no tienes que bajar la voz y hablar por teléfono con tu chica susurrando para que los demás no te escuchen decirle que la amas. Que tus amigos saben como eres y te aceptan igual. Que puedes contarle a los demás lo feliz que te sientes en tu relación de pareja...

¿Que desventajas hay? Si aún vives en la casa de tus padres y dependes económicamente de ellos, se volverá la vida un infierno. Si tus padres son abiertos de mente y ven la homosexualidad como algo normal, puedes decírselos sin problema.

Pero si son conservadores y moralistas, hay que ir con cuidado. Los padres generalmente en el afán de proteger a los hijos se convierten en verdaderos incordios que pueden dificultarte la vida, ya que lo primero que hacen es obligarte a cortar la relación, y si se ponen paranoicos pueden hasta controlarte la correspondencia, y andar escuchando por los rincones con quién hablas por teléfono y a quién atiendes a la puerta. Además del tipíco cargo de conciencia que te ponen a la espalda, con frases como "quieres matarnos del disgusto", "que hemos hecho mal para merecernos esto", y otras frases por el estilo, que no serán tan terribles si eres una persona adulta que ha salido del armario tardíamente. Pero es desvastador para jovencitas y adolecentes que no están preparadas para semejante carga emocional. Un drama. Si eres menor de edad, lo mejor es esperar a terminar el colegio; a tener un trabajo y tu propio sueldo. Una vez independizada puedes decírselo, será menos traumático para todos.