lunes, 21 de febrero de 2011

Subinspectoras de la Policía Metropolitana se casaron


Clarín.Buenos Aires,18/02/2011.- El festejo en el Círculo de Oficiales de la Policía Federal, en el barrio de Núñez, fue íntimo y hermético y apenas se sabe que hubo comida rica y mucha alegría. Pero no sería extraño, ni inoportuno, que las novias hayan entrado ayer al salón bajo los acordes del legendario himno dylaniano “Los tiempos están cambiando”, donde el viejo Bob profetiza –entre otras cosas– que los perdedores irían a ganar. ¿O quién hubiera imaginado que un día dos mujeres policías se casarían en Argentina amparadas por la ley y saldrían del civil agarradas de la mano, con un ramo de flores y envueltas en lluvia de arroz? Paula Ramírez y Mariana Blanco son dos subinspectoras de la Policía Metropolitana. Ayer, en el Registro Civil de la calle Uruguay, se abrazaron a la ley para declarar formalmente y ante el Estado, ante sus amigos y sus superiores su amor y su compromiso como esposas. Las casó la misma jueza que a Macri.

Las chicas se conocieron hace cinco años, cuando las dos eran policías, pero de la Federal. Parece que no se habían cruzado en su trabajo hasta que una fiesta entre colegas las puso frente a frente. “Se conocieron en esa reunión y con el tiempo fueron profundizando su relación. Empezaron a salir, se enamoraron y hace un tiempo se fueron a vivir juntas”, cuenta alguien que las conoce y que ayer estaba brindando junto a ellas en Núñez.

Ya enamoradas y novias pasaron al mismo tiempo a la Metropolitana. Eso fue en 2009, un año antes de que el Congreso sancionara la ley de matrimonio igualitario y ellas vieran una posibilidad que antes parecía una utopía. Tal vez por eso nunca, hasta hace un mes y medio, habían expuesto abiertamente su relación. Dentro de la Policía, sólo algunos amigos conocían la historia de amor. “Nos enteramos cuando, como se acostumbra hacer, pidieron permiso para casarse … entre ellas. Lo aceptamos maravillosamente porque tenemos un principio muy claro: la Policía no puede prohibir lo que la ley autoriza”, comentó a Clarín Miguel del Castillo, director del Instituto Superior de Seguridad Pública, la escuela de oficiales donde trabajan las dos.

Allí, Paula, que es abogada, se desempeña como asesora de su amigo y ex compañero de Derecho Claudio Serrano, el coordinador de Formación de la Fuerza. Su flamante esposa, Mariana, estudia ingeniería electrónica y trabaja en la Policía como instructora de cadetes. Aunque las fuentes de la Metropolitana niegan que Serrano haya sido quien las presentó, sí admiten que era de los pocos que sabía la elección sexual tanto de Mariana como de Paula. Así que aquí tenemos un candidato a Celestino.

Igual, las chicas mantuvieron absoluta reserva de su relación en el trabajo hasta que formalizaron. “Son dos chicas extraordinarias y dos oficiales fuera de serie, preparadísimas. Son un verdadero ejemplo como parejas para todos”, elogia, emocionado, Del Castillo. ¡Vivan las novias!

Fuente y Foto: AgMagazine

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