martes, 11 de octubre de 2016

Como cada 11 de octubre, reivindicamos la importancia de la visibilidad en el “Día de Salir del Armario”


Como cada 11 de octubre, hoy celebramos el Día de Salir del Armario. Con origen en los Estados Unidos, el allí conocido como “National Coming Out Day” conmemora la multitudinaria marcha a favor de los derechos civiles LGTB que tuvo lugar en Washington el 11 de octubre de 1987. Una jornada muy apropiada para recordar la importancia de la visibilidad, tanto para uno mismo (siempre, obviamente, que el contexto permita ser visible en condiciones de seguridad) como para generar referentes para aquellos niños y adolescentes que encuentran dificultades a la hora de aceptarse a sí mismos.

Ser visible es bueno para la salud. Hace ya más de tres años que nos hicimos eco de la investigación del Centro de Estudios sobre el Estrés (Centre for Studies on Human Stress, CSHS), afiliado a la Universidad de Montreal, según la cual las personas fuera del armario presentaban menos ansiedad y depresión y se mostraban más felices, saludables y satisfechos con su trabajo. En concreto, aquellas personas gais, lesbianas y bisexuales que se encontraban fuera del armario para familiares y amigos presentaban menos síntomas de índole psiquiátrica y menores niveles de estrés que aquellos que mantenían su orientación sexual en secreto. Un resultado, por cierto, coincidente con el de estudios previos.

Una segunda conclusión, quizá más sorprendente, es que los hombres gais y bisexuales presentaban menos síntomas de depresión, menores niveles de estrés y un mejor estado físico que los heterosexuales. Un resultado que contradice la hipótesis de que la homosexualidad lleva asociada una carga extra de estrés y problemas de salud, basada en la hipótesis de partida de que las personas pertenecientes a minorías suelen padecer peor salud que los miembros de grupos mayoritarios. Los propios responsables de la investigación se declararon entonces sorprendidos por este resultado, y a falta de profundizar en la cuestión con nuevos estudios, sugirieron que al menos en parte podría deberse a que los mecanismos de defensa y de superación adquiridos al vivir de forma visible una orientación sexual estigmatizada contribuyen a una mayor resiliencia.

Respecto a ser referentes, quizá lo mejor es conocer un ejemplo real y directo. Insertamos a continuación el testimonio de Carlos Canencia, profesor de Lengua Castellana y Literatura en el Instituto de Enseñanza Secundaria Rosa Chacel de Colmenar Viejo (Madrid), y que precisamente hoy mismo ha compartido la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (FELGTB).

Su experiencia como docente homosexual visible es, en este sentido, especialmente valiosa:

fuente: dosmanzanas

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