Cosas que NO te harán llegar al orgasmo

No debería ser bajo ningún caso la principal meta. El sexo se compone de muchas más prácticas placenteras que las que se hacen concienzudamente para llegar al estado de éxtasis. Sin embargo es una agradable -¡maravillosa!- sensación de la que no te queremos privar bajo ninguna pretexto. Hay cosas que no te harán llegar al orgasmo y te las queremos contar.

Hay circunstancias y acciones que favorecen a que tu cuerpo experimente el orgasmo. Como dueña de tu cuerpo, probablemente conocerás los trucos que hacen que estalles de placer. Pero a veces estas acciones pueden verse eclipsadas por otras que entorpezcan tu clímax. Hemos tenido en cuenta momentos que tal vez no valores como negativos o no los sepas calificar como tal, pero están minando tu fuente de placer y deberías trabajar en ello si quieres disfrutar más del sexo.

El deseo de llegar
Como hemos dicho antes, el orgasmo no es la meta. Fijarse el destino desde el principio no te hará disfrutar del camino y te será imposible llegar. Como una espiral, te creará frustraciones y acabarás obsesionándote con llegar al orgasmo y, adivina, ¡eso lo hará más difícil aún!

No lo pienses. Asume que si llega es porque algo has hecho bien (o han hecho bien) y has estado a lo que tenías que estar, que es a disfrutar del momento con esa persona especial. Fluye. Déjate llevar. Te sorprenderá.

Fingir el orgasmo
Lo único que vas a conseguir así es despistar a tu pareja. ¿Has disfrutado pero no has llegado? No pasa nada. No hace falta que finjas nada para ponerle una guinda al pastel.

Tu pareja pensará que es así como terminas y lo hará una y otra y otra vez. Que sí, que tal vez te guste, pero le estás mintiendo y no te está llevando a nada. Siento decirte que la única que pierdes ahí, eres tú.

Comunícate con tu pareja y dile claramente que no es el momento, la manera o el día de llegar al orgasmo. Mientras dais con la fórmula, ¡a pasarlo de lujo!

La infidelidad
Olvídate de ser una persona sexualmente satisfecha en cuanto introduzcas culpa en tus relaciones sexuales. Si no perteneces al cada vez más extenso club de los poliamorosos y no estás cumpliendo lo acordado con tu chica, puedes empezar a plantearte tu vida sexual.

Una infidelidad ya significa que algo no va bien y que hay un problema de base. Puede que seas tú, puede que sea ella, pero eso es irrelevante. ¿Cómo vas a acostarte ahora con tu novia? Espero que te gusten los tríos porque ahora seréis tres en la cama: ella, los remordimientos y tú. Nunca acaba bien. Vas a tener la cabeza en mil sitios y hasta que no lo arregles, no volverá a funcionar como antes.


Fuente: Por: Samara Martinez
Periodista y escritora| @Sam_Prietova   - Revista Magles