Una noticia agridulce nos llega de Portugal. Pueden casarse pero no adoptar.
Como ya se esperaba, el Parlamento portugués ha aprobado el proyecto de ley presentado por el gobierno socialista para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, con los votos a favor de los partidos de la izquierda, excepto dos diputadas socialistas que han votado en contra, junto con los dos partidos de la derecha, que también se oponían a la alteración de la ley.
Mientras los diputados votaban en el interior de la Asamblea de la República, en el exterior, varios gays y lesbianas brindaban con champán y besos, a pesar de entender que se trata de una ley "a medias", al haber dejado de fuera la posibilidad de adopción de niños para las parejas homosexuales.
Éste era el objetivo de la propuesta presentada por el Bloco de Esquerda y Los Verdes, -que fue rechazada- que pretendía incluir este derecho en la nueva normativa. A lo largo de algo más de tres horas de debate intenso, los diputados que defendían esta alteración criticaron la propuesta presentada por el Partido Socialista al entender que la nueva ley crea una "discriminación" en varios niveles, no solo en la adopción, sino también en las técnicas de procreación médicamente asistidas, entre otros.
Aunque bloquistas y verdes se habían comprometido con el PS a aprobar su propuesta, no desaprovecharon la ocasión para pedir al gobierno un mayor compromiso con el colectivo homosexual en Portugal. Por su parte, el primer ministro José Sócrates, se defendió señalando el "coraje político" de su partido para cumplir su promesa electoral de acabar con la discriminación para las parejas homosexuales.
"Hoy es un día histórico para el Parlamento luso", dijo el socialista al abandonar el hemiciclo. "El Estado no puede ser un obstáculo para la libertad de las personas", defendió Sócrates. Una libertad que para la izquierda tendría que haber ido más lejos. Pero Sócrates se defendió diciendo que todavía no se ha debatido lo suficiente en la sociedad lusa para avanzar también con la adopción, algo por lo que van a seguir luchando los colectivos gays portugueses.
También fue rechazada la petición para la realización de un referéndum para resolver la cuestión del matrimonio gay. La Plataforma cívica Ciudadanía y Matrimonio Homosexual presentó el martes más de 90.000 firmas para solicitar la realización de una consulta popular, una iniciativa que ha sido fuertemente criticada por la izquierda y muy defendida por el principal partido de la oposición, el Partido Socialdemócrata.
Durante su intervención, la diputada conservadora Teresa Morais presentó la posición de su partido, completamente contraria a la denominación de "matrimonio homosexual" que introduce la nueva ley, al entender que el matrimonio es una institución consagrada exclusivamente para la unión entre un hombre y una mujer.
El proyecto de ley tendrá que ser ahora aprobado por el presidente de la República, el conservador Aníbal Cavaco Silva, para que pueda entrar en vigor.
Fuente: elmundo.es
Mientras los diputados votaban en el interior de la Asamblea de la República, en el exterior, varios gays y lesbianas brindaban con champán y besos, a pesar de entender que se trata de una ley "a medias", al haber dejado de fuera la posibilidad de adopción de niños para las parejas homosexuales.
Éste era el objetivo de la propuesta presentada por el Bloco de Esquerda y Los Verdes, -que fue rechazada- que pretendía incluir este derecho en la nueva normativa. A lo largo de algo más de tres horas de debate intenso, los diputados que defendían esta alteración criticaron la propuesta presentada por el Partido Socialista al entender que la nueva ley crea una "discriminación" en varios niveles, no solo en la adopción, sino también en las técnicas de procreación médicamente asistidas, entre otros.
Aunque bloquistas y verdes se habían comprometido con el PS a aprobar su propuesta, no desaprovecharon la ocasión para pedir al gobierno un mayor compromiso con el colectivo homosexual en Portugal. Por su parte, el primer ministro José Sócrates, se defendió señalando el "coraje político" de su partido para cumplir su promesa electoral de acabar con la discriminación para las parejas homosexuales.
"Hoy es un día histórico para el Parlamento luso", dijo el socialista al abandonar el hemiciclo. "El Estado no puede ser un obstáculo para la libertad de las personas", defendió Sócrates. Una libertad que para la izquierda tendría que haber ido más lejos. Pero Sócrates se defendió diciendo que todavía no se ha debatido lo suficiente en la sociedad lusa para avanzar también con la adopción, algo por lo que van a seguir luchando los colectivos gays portugueses.
También fue rechazada la petición para la realización de un referéndum para resolver la cuestión del matrimonio gay. La Plataforma cívica Ciudadanía y Matrimonio Homosexual presentó el martes más de 90.000 firmas para solicitar la realización de una consulta popular, una iniciativa que ha sido fuertemente criticada por la izquierda y muy defendida por el principal partido de la oposición, el Partido Socialdemócrata.
Durante su intervención, la diputada conservadora Teresa Morais presentó la posición de su partido, completamente contraria a la denominación de "matrimonio homosexual" que introduce la nueva ley, al entender que el matrimonio es una institución consagrada exclusivamente para la unión entre un hombre y una mujer.
El proyecto de ley tendrá que ser ahora aprobado por el presidente de la República, el conservador Aníbal Cavaco Silva, para que pueda entrar en vigor.
Fuente: elmundo.es
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