La asamblea general de la iglesia, que tuvo lugar el pasado sábado en Edimburgo , votó a favor de ampliar una ley aprobada en mayo pasado que permite a los curas estar en uniones civiles del mismo sexo, apoyando así los derechos de los sacerdotes homosexuales.
Según el comunicado, la decisión, que vino después de años de deliberación, significa que la iglesia sigue apoyando el matrimonio tradicional entre un hombre y una mujer, pero da la oportunidad a las congregaciones individuales para que puedan ordenar a un sacerdote que se encuentre en un matrimonio homosexual.
Cualquier consideración más amplia de la comprensión teológica del matrimonio entre personas del mismo sexo se llevará a cabo en el Foro Teológico a celebrar el próximo año.
Más de 850 miembros de la Comisión de toda Escocia, el resto del Reino Unido, África, Asia, América del Norte, Europa, Oriente Medio y el Caribe se registraron para asistir a la asamblea de este año, que comenzó con una ceremonia en el Salón de la Asamblea a la que asistió la primer ministro de Escocia , Nicola Sturgeon.
Por otra parte, el nuevo ministro principal de la institución, Russell Barr leyó una carta de la Reina, en la que destacaba los esfuerzos de la Iglesia en la crisis de refugiados: “En un momento de tal agitación y disturbios en todo el mundo, es tranquilizador saber que la Iglesia de Escocia ha convertido en una prioridad particular de trabajo el desarrollar una respuesta coordinada a los problemas que afectan a los refugiados y solicitantes de asilo.”
“Esta crisis internacional requiere una respuesta compasiva y generosa y nos complace que, de acuerdo con su prioridad de servir a los más pobres y los más vulnerables, estén haciendo una contribución tan valiosa.”
La Reina también reconoció la contribución de la Iglesia a la conferencia sobre el cambio climático de las Naciones Unidas en París el año pasado.
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